La inteligencia artificial no es magia, es una herramienta que simplifica procesos y abre tiempo para lo que realmente importa: hacer crecer tu negocio.
Una tienda de indumentaria en Ciudad de la Costa enfrentaba el problema de no poder responder rápidamente a las consultas que llegaban por redes sociales y WhatsApp. Con solo tres personas trabajando, muchas preguntas quedaban sin contestar, lo que se traducía en ventas perdidas. Para resolverlo, se implementó una automatización puntual y accesible, enfocada en mejorar la atención inicial al cliente.
El principal problema era la falta de tiempo para contestar mensajes en redes sociales, especialmente durante horarios de alta demanda o cuando la encargada no estaba disponible. Los clientes preguntaban por talles, precios y disponibilidad, pero las respuestas demoraban horas o nunca llegaban. Esto generaba desconfianza y pérdida de oportunidades, en un mercado donde la rapidez es clave para cerrar ventas.
Se instaló un chatbot básico de WhatsApp y Facebook Messenger, programado para responder automáticamente a las preguntas más frecuentes: talles disponibles, precios de productos destacados y horarios de atención.
El flujo incluyó la opción de derivar al personal en caso de consultas específicas. La solución se configuró en pocos días y no requirió capacitación compleja ni infraestructura adicional.
Esta implementación puntual permitió al comercio mejorar su atención al cliente de manera inmediata. Entre los beneficios principales se destacan:
A la semana de implementado, el comercio registró un 30 % más de consultas respondidas y un incremento del 20 % en ventas cerradas vía WhatsApp. Los clientes destacaron la rapidez de respuesta, mientras que el personal pudo enfocarse en la atención en el local sin descuidar las redes sociales. Esta solución puntual demostró que la automatización no es exclusiva de las grandes empresas, sino que también puede transformar la operación de pequeños negocios con una inversión mínima.
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